lunes, 22 de marzo de 2021

LAS PENAS CON PAN,...


El 18 de diciembre de 1812, en plena invasión napoleónica, en Cádiz, se celebró el primer sorteo de la Lotería de Navidad, si bien no se llamó propiamente así hasta el 23 de diciembre de 1892, setenta años después. Incluso tuvieron que pasar otros cinco años más para que apareciera impreso en los billetes. Hasta entonces ponía “Prósperos de Premios”.

El sorteo de la Lotería de Navidad por lo general se ha celebrado en Madrid, excepto en sus inicios que se hizo en Andalucía y durante la guerra civil que se llevó a cabo en otras ciudades como Burgos, Valencia o Barcelona, dándose el caso de que incluso un año, 1938, se celebraron dos sorteos, uno en Burgos (por el bando de los sublevados) y otro en Barcelona (por el bando republicano).

En 1939, una vez acabada la contienda, el sorteo volvió a hacerse en Madrid. El Noticiario Cinematográfico Español (NO-DO) realizó un vergonzoso documental sobre dicho sorteo que ponía en evidencia el papel que el nuevo régimen concedía a la mujer. En el mismo el comentarista decía textualmente frases como “Las bolitas se dejan apalear. Tienen nombre de mujer” o, en otro momento del mismo, “Señora no se extasíe así de esta forma, que no son más que bolas no moneditas amarillas como usted soñaba”. Independientemente de ello, este sorteo, al igual que sigue sucediendo todas las navidades, sembraba ilusiones que al final solamente recogían los agraciados con los premios.

Tanto es así, que, en la sesión del pleno del Ayuntamiento de Montefrío celebrada el 14 de diciembre de 1939, el alcalde informaba de que se había traído un billete de la Lotería de Navidad, concretamente del número 31.876, para jugarlo entre “los Empleados del Ayuntamiento y los miembros de la Corporación” y proponía a los miembros del Cabildo que

 <<“el Ayuntamiento como tal entidad debía de jugar un vigésimo, por si se tenía la suerte de acertar con un premio de importancia resolver muchos problemas pendientes que habrá que resolverlos acudiendo a alguna operación de crédito que gravaría durante algún tiempo la Hacienda Municipal.

Los Señores de la Corporación deliberan y acuerdan que el Ayuntamiento como tal, juege un vigésimo del nº 31.876 de la Lotería Nacional cuyo sorteo se ha de verificar en Madrid el día 22 de los corrientes, cuyo vigésimo se adquirirá con cargo a Imprevistos y se depositará en la Caja de Caudales”>>.

 

 Montaje de cómo fue el vigésimo premiado y comparación con el tamaño de los décimos actuales

 

Este hecho en sí mismo solo habría puesto de manifiesto que la Lotería de Navidad nos despierta una ilusión especial, pero en este caso ocurrió, y aunque fue un premio menor, el número resultó afortunado con un premio de 500 pesetas por vigésimo jugado (en esta época los números no se dividían como ahora en décimos sino que lo eran en vigésimos, es decir que cada numero tenia veinte participaciones).

Si embargo si esto trascendió en algún modo fue por la sesión extraordinaria de los miembros de la Comisión Gestora Municipal convocados el día 24 de diciembre de ese año de 1939 a las doce de la mañana por el señor Alcalde al único efecto de establecer un “Socorro extraordinario a los pobres”, el cual argumentó que en Navidad <<“no debe haber un lugar sin pan en abundancia, por tanto a pesar de que Auxilio Social en este día va a hacer un gran esfuerzo, sus recursos no son suficientes para atender a las necesidades, por lo que él propone que por cuenta de la Corporación y con cargo al cap. de Beneficencia se repartan a todas las familias necesitadas del pueblo, un kilogramo de pan por cada persona que constituya la familia, para lo cual, de las diferentes tahonas de la localidad se pedirán bonos por importe cada uno de un kilogramo. Además manifiesta el Alcalde que para este socorro especial se cuenta con ingreso extraordinario que ha tenido el Ayuntamiento, pues le ha correspondido un premio de quinientas pesetas al vigésimo de la Lotería Nacional nº 31876 que se ha sorteado el día 22 de los corrientes.”>>.


domingo, 23 de junio de 2019

LA CASA DEL AMERICANO

                                

“PERSONAJES MONTEFRIEÑOS”

 

 Uno de los edificios más emblemáticos de la Gran Vía granadina es el conocido como “Casa del Americano”. Se trata del edificio de estilo historicista ubicado entre “La Normal” (actual sede de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía) y el palacio de los Müller (actual sede de la Subdelegación del Gobierno –anterior Gobierno Civil-), del que lo separa la calle Tinajila, o lo que es lo mismo, entre la Gran Vía y  la Puerta de Elvira, por lo que conforma un edificio triangular con dos esquinas achaflanadas y la otra, la que da al centro de la ciudad, redondeada.
 

 Foto: Casa del Americano (1) 


 
 Foto: Puerta Elvira, casa y Gran Vía (de Google Earth)
 

Sobre el edificio en sí hay mucha información y fotografías desde todos sus ángulos en la “red”, de la que aquí se incluye alguna y al final del presente los enlaces de donde se puede obtener esa información.

En alguno de ellos, como en el blog “Gacetilla Curiosa” (02/06/2014) se nos ilustra sobre una posible curiosidad ya que apunta a que es uno de los pocos edificios del mundo con 365 ventanas, como son “en Francia, el Castillo de Chambord con su preciosa escalera diseñada por Leonardo da Vinci, en Austria, el Castillo de Eggenberg, homenaje en piedra al calendario gregoriano, en Santander se construirá el Palacio de la Magdalena, y en Granada,  ... sí, no os sorprendáis, también contamos con un edificio con 365 ventanas; en marzo de 1910, Juan Jiménez Guerrero, “el Americano”, compró una parcela en la Gran Vía, la casa que construyó se conserva en la actualidad. No sé los motivos que tuvo para abrir esas ventanas, cuentan quienes lo conocieron que cuando creía no era observado abría un viejo relicario con un viejo mechón de pelo, ¿o solo fue un capricho?; lo cierto es que los niños contábamos las ventanas queriendo saber si eran 365 ventanas y nunca acabábamos,..”


En principio este hecho para los montefrieños no tendría por qué tener ninguna especial relevancia, pero se da la circunstancia de que el que construyó dicho edificio, Juan Jiménez Guerrero, conocido como “el americano” por haber hecho fortuna en esas tierras, es un montefríeño más, de tantos que debe haber por ahí, que llegaron a hacer fortuna y ocupar posiciones de relevancia social habiendo pasado totalmente desapercibidos para el comun de los vecinos de Montefrío. Pués bien, recientemente un sobrino nieto de este “personaje montefrieño” me pidió información sobre el mismo ya que tenía indicios de que era de este origen y no contaba con más datos.

Tras una concienzuda investigación por los padrones de habitantes del siglo XIX pude encontrar, no solo a Juan Jiménez, sino a toda su familia; abuelos, padres y hermanos. Nació en la calle Granadillos (actual Dr. Comino) el 18/06/1860. Posteriormente (1865) se mudaron a la calle San Sebastián y por último a la calle Alhoril en 1874 aproximadamente. Era el cuarto de los siete hermanos que llegaron a la edad adulta (otros cuatro fallecieron prematuramente), de los que se sabe que las tres hermanas mayores se casaron y vivieron en Montefrío y que al menos Juan y su hermano Sebastián se fueron a "hacer las américas" entre 1883 y 1886, año este en que su madre ya viuda seguía viviendo en la calle San Sebastián con su hija menor llamada Margarita.

 
Foto: Solar de la Casa del Americano (2)

Juan, a su regreso de America en 1910, ya con fortuna compró por 120.000 pesetas el solar sobre el que, con el proyecto elaborado por el arquitecto Francisco Prieto Moreno en 1912, se acabaría edificando el edificio que desde entonces se ha conocido como “Casa del Americano” que figura incluido con el código 01180870286 en la Base de Datos del Patrimonio Inmueble de Andalcía con la siguiente descripción: 


 “”La Casa del Americano es un edificio exento que hace de cabecera de manzana con fachadas a calle Gran Vía, Tinajilla y Plaza del Triunfo, de carácter historicista con detalles de estilo modernista del arquitecto Francisco Prieto Moreno. Concebido como un sólo edificio dividido interiormente en tres inmuebles de renta, con dos esquinas achaflanadas y la tercera curva, orientada a la ciudad. Posee planta baja con entreplanta (en donde se sitúan los comercios y la entrada a las viviendas, que se marcan en la fachada a Gran Vía con dos calles de cierres de madera), cuatro plantas y terraza. En planta baja aparecen los tres accesos a los diferentes inmuebles, uno por cada una de las calles, con portal largo y estrecho con doble hoja de madera decorada y aldabas, zaguán con escalera, vestíbulo con amplio ámbito de escalera hacia los pisos, iluminado por el patio de luces. Los huecos de fachada, distribuidos de manera regular y jerarquizada, son abalconados con barandillas de piedra artificial corridas en planta primera y segunda y aisladas en el resto. Bajo las losas de los balcones aparecen grandes ménsulas decoradas. Los cierres acristalados se concentran sobre los accesos y en la esquina curva. La cornisa de remate posee canes cúbicos de obra y sobre ella se sitúa el peto de la terraza con barandilla, con apilastrados y grandes adornos modernistas. La carpintería es de madera original, la cerrajería metálica de interés y el revoco de fachada es fajeado en planta baja con junta abierta y pintado imitando sillería en el resto. Posee un zaguán en dos niveles, con escaleras de dos tramos de mármol blanco y vinculadas a dos patios de luces. El desarrollo de las escaleras sigue una distribución peculiar; desde el rellano parten dos tramos en direcciones opuestas, cruzando uno de ellos entre dos patios de luces para alcanzar el mismo nivel. Tanto en los techos como en las paredes del zaguán aparecen esgrafiados del mismo estilo que los que decoran la fachada, que desaparecieron en la reforma de las escaleras.””



Enlaces muy interesantes sobre la “Casa del Americano “ y fuente de datos de esta entrada. 

Granada Antigua  (foto 1)
Granada Secreta  (foto2)